15 dic 2010

El epígrafe (I): La participación de los ciudadanos

                                                                       “Considerarás que aunque sea hombre bueno, será mal ciudadano”
                                                                                                                                                Carta LXX, José de Cadalso

Como habrán observado, estoy contando con colaboraciones que me permitan ampliar mi campo de visión acerca de cómo debe ser una ciudad funcional, valiéndome para ello de la ayuda de profesionales de distintas disciplinas y de distintos lugares. Pues bien, hay un aspecto que se me había escapado en mi definición funcional inicial (ver) y que he notado tras leer estos artículos, ya que en todo momento aludo al espacio construido para las personas pero nunca al espacio construido por las personas.

Atendiendo al Marketing de orientación al cliente, señalo la importancia de un Sistema de Información de Marketing (SIM) que recoja las necesidades de los públicos objetivo de la ciudad, para realizar posteriores acciones y campañas; pero descuido la participación directa que el ciudadano tiene derecho y está obligado a tener en la gestión de la ciudad. En otras palabras, el ciudadano no sólo debe participar en decisiones que afecten a la cuidad sólo cuando los planificadores se lo permitan, sino que deben hacer oír su voz en cualquier situación que consideren relevante. De esta idea participa Mario Crespo (ver), quien afirmaba lo siguiente:

Será funcional una población donde la sociedad civil pueda desarrollar sus expectativas y valores,  donde cada día la vida se exprese en iniciativas sociales. Y, por el contrario, una ciudad en la que cada familia viva recluida en su casa y las únicas actividades sean las promovidas por el Ayuntamiento, será una ciudad muerta. O peor aún: no será ciudad”.  O que “el Ayuntamiento no puede ser el protagonista de la vida municipal: ese papel corresponde a los ciudadanos”.

Por otra parte, S.S.R. (ver) afirmaba, entre otras ideas, que ciudad funcional es aquella “que facilite y mantenga una relación con aquellos que utilizan ese mismo ambiente, así como con el conjunto de acciones y fines que los usuarios quieran poner en práctica”. Lo último puede formar parte de una recogida de información planificada, que es la que sí había tenido en cuenta desde el principio; pero lo primero, la “relación con aquellos que utilizan ese mismo ambiente”, fue la que no me había planteado como una función primordial en el desarrollo de una ciudad, pero al leer la frase, me acordé del apartado “contactar” que suelen tener las páginas web de todo tipo, incluida la del Ayuntamiento de Aranjuez (ver), y que intuyo sirven para atender a tanto a preguntas como a problemas que no hayan sido vistos por los gobernantes de la ciudad.

Además de en la anterior, S.S.R. vuelve a hacer alusión a la participación ciudadana en otras dos ocasiones. La primera, cuando habla de la ciudad construida por todos sus ciudadanos, por “un conjunto de personas que deben seguir trabajando día a día teniendo en cuenta todos aquellos factores que rigen y gestionan la ciudad, además de todo aquello relacionado con la cultura y la educación de sus habitantes para que la ciudad siga su proceso de avance”, no sólo por los urbanistas. Podríamos deducir que la ciudad funcional es el conjunto de las distintas personas profesionales que la integran, las cuales aportan una tarea específica a la comunidad; de hecho esta es la base de la vida en sociedad, la conciencia de que no somos capaces de satisfacer determinadas necesidades si no es por medio de otros que tengan más facilidades para alcanzarlas, y ofrecer un intercambio entre lo que podemos aportar y lo que podemos recibir.

La segunda alusión,  está relacionada con la concienciación del ciudadano de los cuidados y respeto que la ciudad merece para ser funcional. La autora, en una reflexión interesante al ser preguntada sobre qué cambiaría en su ciudad, nos deja entrever que muchas veces no importa tanto el qué cambiaríamos como el qué entra bajo nuestra responsabilidad. En esta misma línea de cuidado y respeto a la ciudad se encuentra el Pacto Cívico propiciado por el Ayuntamiento de Aranjuez (ver), el cual, como asegura la vicepresidenta del Consejo Ciudad, Carmen Rodríguez, pretende
“velar para conseguir una ciudad más amable y acogedora; trabajar para erradicar las actividades negativas de quienes deteriorar la convivencia de los ribereños; impulsar la educación como el mejor instrumento para generar cambios de valores y actitudes; y lograr una actuación decidida de la administración municipal, haciendo cumplir las normas reguladoras de la convivencia y las ordenanzas municipales” (ARANJUEZ, 2011).
Considerando todo lo anterior, podríamos decir que hay, al menos, cuatro tipos de participación ciudadana: la que “es independientemente”, la que “puede”, la que “debería” y la que “debe”. Con la primera, la que “es independientemente” de lo que haga el Ayuntamiento, nos referimos a los ciudadanos como mano de obra y a la idea de ciudad como resultado de la necesidad de los unos respecto de los otros como medio para satisfacer nuestras necesidades materiales. Siempre existirá con independencia de si el Ayuntamiento favorece esos intercambios o no.


El segundo tipo es la que se refiere al cuidado y conservación de la ciudad, y que “puede ser” favorecida por el Ayuntamiento, pero depende básicamente del desarrollo de una consciencia de ciudadanía en las personas. Un ejemplo sería el Pacto Cívico de Aranjuez (ver).


La tercera clase de participación de los ciudadanos consiste en hacer prevalecer sus puntos de vista a quienes gestionan la ciudad, denunciando situaciones o aportando ideas; este tipo de participación “debería ser” recogida por el Ayuntamiento, aunque de no serlo el ciudadano es responsable de hacer escuchar su voz acudiendo a otras asociaciones o manifestándose. Ejemplo de ello sería la pestaña “contactar” de la página web del Ayuntamiento de Aranjuez, que aporta las direcciones de correo electrónico de todos los componentes del equipo de gobierno, del gabinete de alcaldía, de los grupos políticos, de los departamentos municipales, y de los organismos municipales. También podemos mencionar la página web de acipa (Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez), que es un grupo de la oposición y que tiene (podríamos decir “por tanto”) un buen sistema de recolección de quejas y sugerencias de los ciudadanos, y una sección denominada “A mejorar”, que incluye fotografías de los lugares que son foco de problemas para los ciudadanos, todo un ejemplo de función.


Dentro de esta clase también, como ejemplos de lo que “debería ser” recogido por el Gobierno o la oposición pero, al contrario que en los dos ejemplos anteriores no lo es, en Aranjuez encontramos los casos de PACA (Plataforma de asociaciones y Ciudadanos de Aranjuez), que tiene en su página (ver) seis secciones: Protegeraranjuez.org, las aves aranjuez,  pau las cabezadas., El progreso, Ecologistas en acción Aranjuez, y Asociación de Hosteleros de Aranjuez. Otro ejemplo podría ser un foro que he encontrado, en el cual participan desde comerciantes hasta partidos políticos,   es decir, todo tipo de ciudadanos. La página se llama Aranjuez.ws (ver), y si la consideramos como una suma de los intereses de todos los que libremente participan, podemos suponer que es sólo una página web creada por ciudadanos que no se identifican con un sector en concreto, aunque quién puso en marcha la red y bajo qué intereses nunca lo sabremos, pues no hay un apartado de “quiénes somos” ni “contactar”, aunque, lógicamente, algún grupo político o empresa de marketing estará detrás para conseguir información, ya que para registrarse piden bastante información.


Por último, los ciudadanos son considerados uno de los públicos objetivo de la ciudad y por tanto una de las principales fuentes a los que planificadores del marketing de la ciudad deben acudir para obtener información a partir de la cual desarrollar las acciones y comunicaciones que se consideren oportunas. Esta participación “debe” (ya que le conviene) ser recogido por la agencia de Marketing que obligatoriamente tiene que asesorar al Ayuntamiento.
Respecto al último tipo de participación, nos encontramos en la misma línea que Victoria de Elizagarate, quien afirma lo siguiente:

            “La opinión de los ciudadanos debe ser recogida y analizada por los planificadores, ya que va a permitir:
1-    Involucrar a la sociedad en su conjunto en los proyectos que desarrollará la ciudad, lo que permite fortalecer la identidad y la autoimagen que tienen los ciudadanos.
2-    Desarrollar planes para mejorar los atributos más valorados por los ciudadanos y corregir aquellos que se consideran negativos.
3-    Adaptar permanentemente los productos/servicios de la ciudad.” (ELIZAGARATE DE, V., 2003:88)


Este cuarto tipo de participación (la planificada y para planificar) se diferencia del que
“debería ser” promovido por el Ayuntamiento en su condición de intencionado, ya que en
el tercer tipo el ciudadano percibe unos fallos o hechos que se podrían mejorar y han
escapado a los ojos de los planificadores y decide darles relevancia, mientras que en el
cuarto lo que se busca es conocer la opinión de los ciudadanos sobre un asunto que ya
hemos delimitado. Es decir, el tercer tipo se basa en el SIM (Sistema de Información de
Marketing) y requiere primero un estudio cualitativo previo para determinar qué áreas son
más importantes para los ciudadanos y en base a dicho estudio cualitativo realizar un
cuestionario que recoja los elementos que serán valorados por los ciudadanos. También
podríamos decir que para este estudio previo cualitativo se podría utilizar el
segundo tipo de participación ciudadana, ya que las quejas directas o vistas a
través de foros de ciudadanos nos podrían indicar por dónde orientar los
próximos cuestionarios para futuras actuaciones.



  • ACIPA (2010). http://acipa.es/. Revisado el 8 de enero de 2011.
  • ARANJUEZ (2010). http://www.aranjuez.es/ . Revisado el 8 de enero de 2011.
  • COMUNIDAD DE FOROS ARANJUEZ.WZ (2010). http://www.aranjuez.ws/index.php. Revisado el 8 de enero de 2011.
  • CRESPO, MARIO (2010). "Colaboración especial: Ciudad funcional desde el punto de vista del Derecho" en Marketing de Ciudades, www.ciudadymarketing.blogspot.com.
  • ELIZAGARATE, VICTORIA DE. (2003). Marketing de ciudades. Madrid: Ediciones Pirámide.
  • PACA (2010). http://protegeraranjuez.blogspot.com/. Revisado el 8 de enero de 2011.
  • S.R., S. (2010). "Colaboración especial: Ciudad funcional desde el punto de vista de una arquitecta" en Marketing de ciudades, www.ciudadymarketing.blogspot.com.
                                                                                                               N.V.     

14 dic 2010

Colaboración especial: Ciudad funcional desde el punto de vista del Derecho

En esta ocasión cuento con la inestimable colaboración de Mario Crespo, Licenciado en Derecho, quien ha tenido la amabilidad de realizar para este blog un artículo que en mi opinión tiene todo lo bueno que un escrito podría tener, tanto en el contenido como en la forma. Desde aquí mis agradiecimientos, y espero que el lector lo disfrute tanto como yo al leerlo.

"Debajo de los adoquines

Cuando San Agustín quiso expresar en una metáfora la contraposición entre el mundo pagano y el cristianismo, no habló de “aldea”, ni de “país”, ni siquiera de “mundo”. Habló de ciudades: una ciudad celestial opuesta a la ciudad terrena como símbolos de dos concepciones de la existencia. Ya siglos antes los filósofos griegos habían plasmado sus ideas sobre el hombre en ciudades y no en unidades humanas más grandes ni más pequeñas. Cuando los socialistas utópicos del XIX quisieron cambiar el mundo, no imaginaron revoluciones mundiales, sino ciudades perfectas: los falansterios. La ciudad siempre ha sido, como vemos, metáfora del mundo: un mundo pequeño, amurallado, proclive a experimentos y utopías.

A pesar de los esfuerzos por “pensar la ciudad”, no resulta fácil definirla. En la Edad Media europea, obviando la complicada clasificación de poblaciones, una ciudad tenía casi siempre dos elementos: una catedral y una muralla. La catedral expresaba la aspiración máxima de la ciudad: era, casi siempre, la torre más alta de la urbe y, a través de ella, toda la población miraba al Cielo. La muralla acotaba la ciudad, expresando su sentimiento de solidaridad y defensa: más allá de las rencillas, la población se abrazaba frente a los enemigos externos, preparándose para sobrevivir a un asedio. Si aplicamos estos dos elementos a la ciudad actual, podemos definirla como aquel asentamiento poblacional de gran tamaño con sentimiento de comunidad (muralla) y unos valores comunes (catedral). Hoy no es sencillo encontrar ciudades en el sentido medieval del término: la pluralidad y la suma de grupos humanos de diversas procedencias lo complican. Pero en indicios actuales como la afición local por un equipo de fútbol, o en la unión de los madrileños ante la candidatura olímpica, se adivina esa vieja concepción de la ciudad como algo más que un conjunto de viviendas.

Una ciudad funcional, por consiguiente, será aquella que sepa ser una comunidad humana: una suma de personas y de familias, no de edificios. Será funcional una población donde la sociedad civil pueda desarrollar sus expectativas y valores, Y, por el contrario, una ciudad en la que cada familia viva recluida en su casa y las únicas actividades sean las promovidas por el Ayuntamiento, será una ciudad muerta. O peor aún: no será ciudad. Porque no será una comunidad de personas, sino una suma de aceras, calles, viviendas, semáforos, coches, colegios y habitantes: como un cuerpo sin esqueleto.  donde cada día la vida se exprese en iniciativas sociales.

Quien escribe estas líneas ha repartido su vida entre dos ciudades muy diferentes: una de provincias, pequeña, de sabor medieval; y la capital de España, con sus rascacielos y sus contrastes. Comparando ambas podemos establecer algunos criterios concretos de la ciudad funcional: ¿cuál ofrece más calidad de vida? A modo de panorámica, la ciudad pequeña es más homogénea; eso permite conservar mejor el sentimiento de unidad y de tradición. Sin embargo, la menor presencia de inmigrantes acentúa el gran problema de la Europa de hoy: la natalidad decreciente que, de continuar así, convertirá el continente en un geriátrico a gran escala. Madrid es más diversa, más inabarcable: desde el Retiro hasta los barrios más humildes se escurren muchos modos de vivir. En ocasiones las diferencias son tan evidentes que cuesta percibir un sentido de unión. Pero, a la inversa, los inmigrantes aportan juventud y vida, y la mayor población favorece la vida asociativa.

Desde el punto de vista puramente material también hay contrastes. La ciudad de provincias puede recorrerse a pie, es abarcable y más amable para el peatón. La capital, a pesar de su envidiable red de transporte público, sufre las consecuencias medioambientales de la vida industrial y comercial: tráfico abundante, contaminación acústica, olores. Otro elemento para poner en la balanza.

Una ciudad ha de tener sabor propio, singularidad. Resulta empobrecedor que en el centro de Madrid un viajero pueda encontrar los mismos comercios impersonales, las mismas franquicias de ropa, los mismos restaurantes que en el centro de cualquier otra ciudad europea. Las viejas murallas, cuando están en pie, ya no tienen la función defensiva de antaño: no se trata de disfrutar de una ciudad aislada como un museo de tiempos pasados. El intercambio cultural enriquece. Pero no puede conducir a generar ciudades idénticas, pues eso conduce, a la larga, a la ciudad sin vida de la que hablábamos hace unos párrafos.

¿Y qué ocurre con la vida social y cultural? Una capital puede ofrecer un amplio abanico de actividades: desde los amantes de la música sinfónica hasta los aficionados al hip-hop, pasando por gustos tan respetables como el teatro vanguardista o el guiñol, pueden encontrar respuesta a sus intereses. Empero, a veces la maraña de actividades impide una visión comprensiva: cuesta ver el sentimiento de ciudad. En una población pequeña, las actividades son menores en variedad y en número, pero durante determinados momentos del año, como las fiestas tradicionales, casi todos los ciudadanos se unen en torno a unos determinados actos, impulsando la vida comunitaria.

Como hemos visto, articular una ciudad funcional depende de muchos factores: el urbanismo, la arquitectura, la programación cultural… pero también del Derecho. Al jurista corresponde reglamentar sin invadir la iniciativa privada; garantizar la convivencia sin construir una campana de cristal  que asfixie las ideas de la sociedad civil (asociaciones, parroquias, clubes, fundaciones). El Ayuntamiento no puede ser el protagonista de la vida municipal: ese papel corresponde a los ciudadanos. Y eso ha de plasmarse en una normativa que no caiga en la tentación del intervencionismo excesivo.

Este caleidoscopio de variables, unidas a otras, como la necesaria presencia de zonas verdes, la herencia histórica o la calidad y frecuencia de transportes públicos configuran una ciudad más habitable, más funcional. Si bien hemos de notar que esta cualidad es eminentemente subjetiva, y en ella influyen los gustos y preferencias del habitante.

Hoy el mundo se desarrolla en ciudades: la vida política, económica, social y cultural se forja en las metrópolis, al tiempo que una parte creciente de la Humanidad vive en áreas urbanas. Debemos seguir “pensando la ciudad”, en sus múltiples aspectos, no sólo los materiales. Los rebeldes sin causa de mayo del 68 proclamaban que debajo de los adoquines estaba la playa. Pero, en realidad, bajo los adoquines de la ciudad se esconden los principios que la edificaron, los valores sociales de la comunidad humana. Es estéril pensar sobre la ciudad como lugar físico si no nos planteamos antes qué tipo de sociedad va a habitarla y qué valores van a discurrir debajo de las aceras.



                                                                                                Mario Crespo
                                                                                                Licenciado en Derecho "

11 dic 2010

Quinta práctica: Sobre la prevalencia de función frente a forma e imagen en las ciudades

Se nos pidió un ensayo sobre la ciudad, y el mío fue "Sobre la prevalencia de función frente a forma e imagen en las ciudades", escrito que sigue, como se aprecia claramente, la misma línea de este blog.



Cuarta práctica: Un día en la ciudad

En esta ocasión se nos pedía que escribiésemos un artículo sobre "Un día en la ciudad", y debido al cansancio que me producen las dificultades de circulación con las que personas en mi ciudad nos encontramos continuamente, decidí escribir sobre un día en ella (los aspectos que considero se deberían cambiar, por supuesto). Como una humilde crítica constructiva pregunto qué clase de relación tendrá el Ayuntamiento con los viveros que aportan las plantas que tapan la visibilidad y que ni siquiera son agradables de ver... También hablo sobre la, en mi opinión, mala señalética de Ciudad Universitaria. De todos modos soy consciente que las soluciones (al menos para el primer caso) no siempre son fáciles.

10 dic 2010

Tercera práctica: selección de bibliografía

Como estoy subiendo a la red las prácticas de la asignatura "Imagen, forma y función de la ciudad contemporánea", la tercera no iba a ser una excepción, si bien sólo se trataba de realizar un listado con la bibliografía para nuestro trabajo. En principio, la bibliografía sobre ciudades que encontré interesante fue la siguiente:

9 dic 2010

Colaboración especial: Ciudad funcional desde el punto de vista de una arquitecta


Aquí dejo un artículo que una estudiante de Arquitectura amablemente ha aceptado elaborar para este blog y que nos puede ofrecer una visión distinta a la que podemos tener futuros profesionales de la comunicación o de cualquier otro ámbito al que el lector pertenezca. Me pareció enriquecedor contar con una colaboración como esta y desde aquí agradezco de nuevo a la autora el empleo de su tiempo.

"La ciudad funcional: Colaboración especial
1-  ¿Cuál es tu concepto de ciudad?

Resulta difícil definir un concepto de ciudad que abarque todos los aspectos que la constituyen, ya sean sociales, culturales, económicos, políticos, físicos, espaciales, ambientales,…
Se suele definir como el “conjunto de edificios y calles, regidos por un ayuntamiento, cuya población densa y numerosa se dedica por lo común a actividades no agrícolas”, considerando a la ciudad como “lo urbano, en oposición a lo rural”.

Pero creo que la palabra ciudad abarca mucho más que eso. Además,  considero que es un lugar de intercambio donde ocurren la mayoría de las relaciones sociales. Una estructura en el espacio organizada para la vida colectiva, donde se llevan a cabo una multiplicidad de actos relacionados con el habitar, tanto individual como comunitario, que existe como concepto porque nosotros formamos parte de él y lo definimos.

 
2-  ¿Qué sería para ti una ciudad funcional?

Según la Real Academia Española, se define funcional como “todo aquello en cuyo diseño u organización se ha atendido, sobre todo, a la facilidad, utilidad y comodidad de su empleo”; “Dicho de una obra o de una técnica: Eficazmente adecuada a sus fines”.

Aún a riesgo de equivocarme, para mí la ciudad funcional sería aquella que contara con la organización espacial adecuada, así como con los criterios de urbanismo sostenibles para el mejor desarrollo de la misma en el futuro. Es decir, aquella ciudad que contara con una base urbanística provista desde el proyecto y la planificación, que facilite y mantenga una relación con aquellos que utilizan ese mismo ambiente, así como con el conjunto de acciones y fines que los usuarios quieran poner en práctica.


 
3-  Desde el punto de vista de tu ámbito académico, ¿podrías mencionar alguna ciudad que destacara en funcionalidad, por ser útil a sus ciudadanos y estar perfectamente planificada y/o gestionada? 

Todas las ciudades de nueva creación, así como las que se han ido creando por superposición de tramas a lo largo de la historia, han pretendido alcanzar este ideal llamado funcionalidad.
Existen múltiples ejemplos de ciudades de nueva creación cuyo diseño parte de unos postulados para conseguir estar perfectamente planificadas y gestionadas. Pero la buena gestión de la ciudad no creo que se consiga sólo con la actuación de uno o varios urbanistas que diseñen los trazados principales de la misma y redacten las leyes de cómo construirla (Planes Generales), sino por un conjunto de personas que deben seguir trabajando día a día teniendo en cuenta todos aquellos factores que rigen y gestionan la ciudad, además de todo aquello relacionado con la cultura y la educación de sus habitantes para que la ciudad siga su proceso de avance.
Históricamente, ya en el siglo VI a. de C., los griegos hablaban de la polis (ciudad). Más tarde, los romanos, asumieron gran parte de la cultura griega, pero principalmente se dedicaron a  crear todas las infraestructuras, servicios y vías de comunicación que hacían que mejorase la vida en la ciudad: caminos, acueductos, puentes, termas…
En la Edad Moderna, en Italia, cuna del Renacimiento, se propusieron diseños de ciudades ideales basadas en las premisas de Vitrubio que, aunque solo se siguieron en contadas ocasiones, como en Palmanova, dieron origen a una nueva disciplina, el urbanismo.

Ciudad de Palmanova

Otro ejemplo de una ciudad de las más recientes construidas en el mundo, en la cual, para su diseño, no se partió de asentamientos históricamente ya habitados y que en 1987 la Unesco declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad, siendo la única ciudad construida en el siglo XX que recibiera este honor, es Brasilia.

Ciudad de Brasilia

En 1955, el presidente de Brasil, Juscelino Kubitschek, decide el traslado de la sede del poder de Río de Janeiro a Brasilia. En el espacio de cinco años, se erige la nueva capital federal, obra del urbanista Lucio Costa y del arquitecto Oscar Niemeyer. 

El plano, trazado según los principios heredados del famoso arquitecto Le Corbusier, se basa en un reparto racional de las actividades urbanas. Se concibe la ciudad a partir de dos ejes perpendiculares con forma de avión, en los que el mayor, orientado según el eje norte-sur, es curvo y pertenece a la zona comercial y residencial, donde los edificios se agrupan en sectores por manzanas cuadradas. El eje principal este-oeste, de 6 km, muy ancho (350 m), está reservado a las actividades administrativas.

Imágenes de edificios de Brasilia (Arquitecto: Oscar Niemeyer)
Para finalizar, un ejemplo español de los años 50 a menor escala, el poblado de Esquivel (Sevilla) para el Instituto Nacional de Colonización.
Pueblo de Esquivel
Proyecto del arquitecto gallego Alejandro de la Sota, el pueblo se organiza simétricamente en torno a un eje principal. Al inicio del mismo se encuentran el Ayuntamiento y la Iglesia, y a continuación la primera hilera de casas, ‘las fuerzas vivas del pueblo’, como son la casa del médico, del cura… Seguidamente se expande un trazado de calles organicista que no tienen una fuga ilimitada, sino que el trazado curvo de las calles delimita y crea un ambiente cercano, de pueblo. Las casas tenían su propio patio para que pudieran guardar a sus animales, pero cada una tenía sus propios acabados (cerrajerías, tejas, etc), lo que se traduce, por parte del proyectista, en un sentimiento de humanización al espacio. El eje principal del pueblo finaliza en una plaza que conecta con la carretera.
Como hemos visto, De la Sota se preocupó de darle una escala humana que favoreciera la convivencia (las casas constaban de una planta, tenían patio, se diferenciaban unas de otras,…). El propio arquitecto afirmó que al abordar el proyecto de Esquivel, se propuso olvidar lo que sabía y aprender "de los que siempre hicieron los pueblos, y por cierto que los hicieron de maravilla: los albañiles y maestros de obras pueblerinos".



4-  De estos atributos de la calidad de vida en las ciudades, cuáles tres de estos dieciséis elegirías para vivir:
1)  El medio ambiente/ La contaminación
2)  La atmósfera/ La paz y tranquilidad
3)  El empleo
4)  El precio de la vivienda
5)  El costo de vida/ El costo de la alimentación
6)  El cuidado de la salud/ La sanidad pública
7)  La seguridad ciudadana
8)  El transporte público/ El tráfico
9)  La educación
10)    El entretenimiento
11)    La economía/ El clima empresarial
12)    El arte/ La cultura
13)    El espacio comercial
14)    La proximidad a los proveedores/ Al mercado
15)    Los salarios
16)    El clima
Personalmente, sin pensar en una ciudad excesivamente grande, donde lo principal serían las infraestructuras, creo que serían:
1.  La sanidad pública y la educación.
2.  La seguridad ciudadana y el medio ambiente/ la contaminación.
3.  El transporte público/ El tráfico.



5-  ¿Qué cambiarías en tu ciudad?


Creo que la mayoría de la gente cambiaría muchas cosas de su ciudad, las típicas quejas como son el arreglo de cierta calle, la mejora de ciertos edificios, la posible falta de transporte público, el ruido nocturno de bares y discotecas, la falta de equipamientos o de viviendas, la necesidad de un parque para los niños, la falta de seguridad en ciertas calles, la sanidad pública… pero también pienso que lo más importante no solamente es decir que cambiaríamos, sino de qué manera se podría mejorar. Lo difícil es acertar con esa solución.
No obstante, antes de tener que llegar a buscar soluciones, sobretodo es necesario que el ciudadano (como miembro de ese proceso de avance de la ciudad que anteriormente me refería) sea más consciente de la importancia de su modo de actuar y se mentalice de que como miembro de ese hecho colectivo que es la ciudad, debe cuidarla y respetarla, para que de ese modo se consiga la ciudad funcional.

                                                         S.S.R.
Estudiante de Arquitectura."

8 dic 2010

Transformación de las ciudades a finales del siglo XX

Los finales del siglo XX serán el incio de lo que hoy podemos llamar "Marketing de ciudades", ya que, como afirma la doctora Victoria de Elizagarate, entonces se produjeron grandes cambios socioeconómicos que llevaron a las ciudades a afrontar transformaciones de gran magnitud, cuyo origen se encontraba en los fenómenos de reconversión industrial y de globalización de la economía. (ELIZAGARATE, VICTORIA DE, 2003).

La reconversión industrial de sectores, como el siderúrgico y el naval, causó el declive de regiones y ciudades en cuya estructura empresarial predominaban aquellas actividades, siendo Bilbao, Glasgow o Charleroi ejemplos representativos. La internacionalización de las empresas, empujada por la desaparición gradual de los aranceles a nivel mundial, junto a la mejora en los sistemas de transporte y el consiguiente acercamiento de los mercados, tuvieron como resultado la búsqueda de nuevas localizaciones, "alejadas de los que a lo largo del siglo XX  fueron emplazamientos tradicionales, que estaban ligados a la disponibilidad de terrenos a bajo coste, en muchos casos" (2003:24), y tuvieron como resultado también la búsqueda de una posibilidad de obtener elevados incentivos fiscales. Todo esto refleja la importancia de la función de la ciudad, que determinada por la historia (como ya afirmábamos en otro post), determina la forma de dicha ciudad.

En mejor situación para afrontar los cambios socioeconómicos se encuentran las ciudades con una estructura empresarial muy especializada, que suelen ser de tamaño medio, como Montpellier y Toulouse (Francia) y los sectores farmacéutico y aeronáutico, respectivamente. También parten con ventaja las ciudades próximas a los ejes de las rutas internacionales de mercancías, cuya población se encuentra entre 60000 y 400000 habitantes, están próximas a puertos marítimos y líneas de ferrocarril y aeropuertos, y se han convertido en plataformas logísticas de almacenaje y manipulación para el transporte de mercancías y de transvase a otros medios de transporte. La autora cita como ejemplos de lo último a Novara, Parma, Verona o Bolonia en Italia, las ciudades francesas del valle del Ródano, y las ciudades españolas Victoria e Irún por estar en los pasos internacionales de mercancías.

Como consecuencia de la reconversión industrial (tanto por la desaparición de actividades como por la especialización en alguna de las que quedan) y la globalización de la economía, Victoria de Elizagarate afirma que surgen las grandes metrópolis, los corredores metropolitanos, las diferentes actuaciones de las ciudades del eje mediterráneo y del arco atlántico, las aglomeraciones y las aglomeraciones transfronterizas, los nodos logísticos y plataformas multimodales, la Estrategia Territorial Europea (ETE) y el método de diagnóstico urbano de la Comisión Europea. (2003:25)Los dos primeros serán explicados a continuación; el resto en posteriores entradas.

Las grandes metrópolis son concentraciones urbanas con gran riqueza y gran poder de decisión político y empresarial, desde donde se controla a las diferentes filiales dispersas por el mundo, y por tanto, en mi opinión, desde donde se puede llegar a controlar otras ciudades.

Fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Banana_Azul
En cuanto a los corredores metropolitanos, Victoria de Elizagarate se refiere a “la banana europea o banana azul” (ELIZAGARATE DE, V., 2003: 25) o “Megalópolis Europea o Dorsal Europea” (WIKIPEDIA), que es un arco que comprende las principales aglomeraciones urbanas europeas como Londres, París, Milán y el núcleo de producción de Renania (con el triángulo formado por las ciudades de Fráncfort, Stuttgart y Múnich). Estas ciudades son el eje principal por el que fluyen las mercancías procedentes del Mediterráneo que se distribuyen por Europa, como se aprecia en las imágenes.
Fuente: http://reggio.wordpress.com/
El concepto "banana azul" según la bibliografía mencionada por Wikipedia (RECLUS (1989). Les villes europeénnes: Rapport pour la DATAR. RECLUS, Montpellier) fue desarrollado en 1989 por RECLUS, un grupo de geógrafos franceses dirigidos por Roger Brunet. En esta dirección aparece un cuadro con todas las ciudades o áreas metropolitanas que conforman la banana azul: http://es.wikipedia.org/wiki/Banana_Azul 




ELIZAGARATE, VICTORIA DE. (2003). Marketing de ciudades. Madrid: Ediciones Pirámide.
WIKIPEDIA. Banana Azul. En: http://es.wikipedia.org/wiki/Banana_Azul Revisado el 19 Octubre, 2010.
                                                                                    N.V.